«Aceptar lo que es» no es un acto de pasividad sino un acto de claridad. Esto significa dejar de luchar contra el momento presente, viendo la situación claramente tal como es, sin proyectar en ella nuestros deseos, miedos o expectativas.
Psicológicamente: esto puede estar relacionado con el enfoque cognitivo de la atención plena. La idea es reconocer nuestros pensamientos y emociones sin juzgar. Por ejemplo, sentir ira sin intentar eliminarla inmediatamente ni identificarse con ella.
Espiritualmente: esta noción encuentra paralelos en el Bhagavad-Gita, donde Krishna le enseña a Arjuna a concentrarse en la acción correcta, sin apego a los resultados. Aceptar lo que es significa reconocer que no siempre tenemos el control, pero que tenemos el poder de responder sabiamente.
Paradoja: Aceptar lo que es no significa abandonar el esfuerzo ni la ambición. A veces, sólo aceptando plenamente una dificultad encontramos la claridad y la fuerza para superarla.